Seis años de cárcel son los que le han caído a Ryan Mueller, de Wisconsin (EE.UU.), por haber robado a una niña de tres años su hucha-cerdito con 20 dólares.
El delincuente, detenido en otras cuatro ocasiones por robo, tuvo la osadía de entrar en una casa e intentar robar a una pobre niña su hucha mientras esta dormía. Afortunadamente la madre de la cría oyó ruidos en la habitación y pilló a Mueller in fraganti y con las manos en los porcinos ahorros.
Queda demostrado que no hay castigo por robarle el caramelo a un niño, pero sí por robarle la hucha. Ahora podemos volver a confiar en la justicia.
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