¿Por qué hace tanto que no sabemos nada de Barrio Sésamo? Si os habéis dado cuenta sólo vemos vetustos videos y grabaciones antiguas.
Quizá algo ocurrió: El barrio estaba lleno de monstruos, monstruos que quizá nunca dejaron de tener su primitivo y sangriento instinto pese a su “domesticación”. Quizá uno de los primeros que se volvió loco fue El Monstruo de las Galletas (ya sabéis… la “masa para las galletas” es cada vez más difícil de conseguir). Quizá con un síndrome de abstinencia que le volvió más violento y sanguinario comenzó a atacar a los habitantes del barrio, sitiándolo, asediándolo, haciendo que los pocos habitantes que quedaron vivos, tomasen medidas drásticas.
Quizá una de esas medidas fue contratar a una dura a la par que sugerente mercenaria/cazadora para que acabase con la pesadilla de los buenos paisanos. Quizá ella sólo pidió en pago a su épica caza la piel del monstruo como trofeo y su cabeza para mostrar a otras personas lo peligroso que puede ser dejar vivir en un barrio a un monstruo hambriento. Y así, se encaminó a la DragonCom08 y se dejó fotografiar para que el mundo entero entienda el mensaje:
“No os confiéis, lugareños: allá fuera todavía existen erizos rosas de púas mortales, pájaros amarilos gigantes sedientos de sangre, vampiros obsesionados con contar sus víctimas… Yo me enfrenté a uno de esos engrendros… y por Crom que casi no salgo con vida”
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