A la hora de poner publicidad, hay lugares y lugares para ello, y muchas veces, un anuncio no es todo lo afortunado que podría ser.
En este caso, además, no tienen la excusa de ser publicidad contextual, sino que ha sido alguien (alguna lumbrera) quien ha puesto ese anuncio ahí: a la izquierda, un reportaje serio bajo el título “mi hermana se mató a sí misma accidentalmente”; a la derecha, el citado anuncio, que no podría ser más oportuno (más bien, inoportuno).
Por cierto, que el anuncio es de un tinte que se llama “oops”, que ya de por sí es bastante… dejémoslo en curioso.
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