No es necesario anestesia ni una maquinaria compleja. Tan sólo debemos buscar un cocodrilo, o similar, y plantarlo en el jardín de la casa. Ahora nos acercamos sigilosamente y cuando el espécimen esté en frente nuestro debemos darle suavemente dos golpecitos, esa es la señal. Ahora rápidamente sitúa tus dedos dentro de su boca, ¡y Oorale!:
lunes, 3 de noviembre de 2008
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