Dios ha sido detenido esta mañana por vender supuestamente cocaína a los feligreses de una iglesia en los Estados Unidos.
El individuo, de nombre completo Dios Afortunado Howard (God Luck Howard) paseaba la mercancía a las puertas del templo, señalando que su sustancia permitía un mejor acercamiento al padre todopoderoso (o sea él).
La policía, atea como todo el mundo sabe, no respetó los designios de Dios y le llevaron esposado a una bonita celda con iconos religiosos en las paredes.
Dios no ha declarado nada por el momento y se niega a hablar si no es a través de su abogado, probablemente un tal Pedro.
¿Será el final de la religión? ¿Será el final de las drogas a las puertas de las iglesias? Sólo Dios lo sabe.
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